Hablemos de: Dejar ir

Este post es un poco distinto a las cosas que he escrito últimamente, pero siento que más de alguno de ustedes le puede servir. 

Pensando en que este fin de semana comenzamos la temporada de Eclipses (la cual va a durar hasta principios de Mayo), creo que este post le vendría bien a más de alguno de ustedes. Crean o no en la astrología, lo que vamos a vivir las próximas semanas tiene que ver con cerrar ciclos, limpiar y dejar ir las cosas que ya no nos hacen sentido, y esto no solo tiene que ver con limpiar la casa o botar la ropa que ya no nos sirve, sino que también tiene que ver con dejar ir vínculos que ya no nos aportan en nuestro camino, o simplemente relaciones que ya no están funcionando. 

No les voy a mentir... dejar ir es el acto más difícil que puede haber, y lamentablemente, la mayoría de las veces, avanzar viene asociado a emociones negativas como la pena, el rencor o la rabia. Ya sea una amistad, una relación que se termina, un sueño que no funcionó o un proyecto que fracasó, la situación en sí ya es difícil, y dejarlo ir, aún más. Pero para poder dar paso a mejores cosas y avanzar hacia nuestra próxima aventura, tenemos que hacer el ejercicio de "soltar para avanzar". 

¿Cómo se supone que volvamos a ser felices con el presente si seguimos enganchados al pasado? Claramente cada caso es distinto, y cada persona está viviendo sus propios temas, pero en algo estoy segura, y es que independiente qué tan grande es el dolor que estas viviendo, si no lo soltamos, no podemos dar paso a nuevas oportunidades. 

El problema de todo este tema de "dejar ir" es cómo dejamos ir, y creo que ahí, es donde ocurre la verdadera tragedia. El monólogo que dice el papá de Elio en Call Me By Your Name relata todo perfectamente:

Arrancamos tanto de nosotros mismos para curarnos de las cosas más rápido, que nos arruinamos a los 30 años. Pero hacerte sentir nada para no sentir nada. Qué desperdicio.

No es sólo "dar vuelta la pagina" y "olvidarnos que X cosa pasó"; la clave es abrirnos a nuestras emociones para no perderlas (y darnos cuenta, un par de años después, que ya no somos capaces de sentir). Sentir la pena, sentir la rabia, sentir la frustración y sobre todo llorar, llorar lo que más puedan. Con el llanto nos limpiamos, y desde la perspectiva científica, el cuerpo hace que lloremos para protegernos. Es un impulso que el cuerpo realiza para que liberemos el estrés y la tensión. 

Dejar ir, es llorar. 

Dejar ir, es darnos el tiempo para sentir lo que sea que estemos sintiendo. 

Dejar ir, es enfrentar tus emociones y ser valiente. 

Y obvio que suena mucho más fácil para mí decirlo que hacerlo, pero los invito a realizar un pequeño ejercicio que me enseñaron, y que la verdad me ha servido infinitamente para dejar ir las cosas malas del pasado: en un papel, escriban una carta; puede ser relatando todas las cosas que quieren dejar ir explicando por qué ya no las quieren en este presente, o una carta hacia una persona, diciéndole todas las cosas que no pudieron verbalizar (si este es el caso, por favor escriban todo lo que mas puedas... que no se les quede nada guardado). Una vez lista la carta, quemen el papel (el fuego limpia) y si pueden, entierren las cenizas bajo tierra (la tierra transmuta todas esas cosas negativas). 

Y si hacer este tipo de ejercicios no es lo de ustedes, simplemente tómense el tiempo para pensar en las cosas que ya no quieren en su presente, identificando qué emociones van apareciendo, y sintiéndolas. El simple hecho de reflexionar sobre este tipo de cosas, nos hace avanzar y aprender. 

Dejar ir es el acto más lindo que podemos hacer como seres humanos. Dejando ir, utilizamos todo nuestro poder y nos hacemos cargo de nuestras emociones y sentimientos. Como dijo Cerati: "Poder decir adios, es crecer". 

Espero a más de alguno le haya servido esta reflexión y doy gracias a todas las personas que se dan el tiempo de leer este blog. Los quiero mucho y ojalá tengan un lindo fin de semana. 


Comentarios

  1. Creo que es tan fácil enteder el "dejar ir" como un escapar, yo mismo hice eso durante muchos años de mi vida. Es fuerte cuando te das cuenta que en un punto las cosas externas que "dejas ir" son un reflejo de las partes de tí de las que quieres escapar y/o no puedes enfrentar. Creo que para mi y muchos hombres, sentir, verdaderamente sentir nuestras emociones y darles un caminar por nuestro cuerpo es tan difícil, y es una habilidad que me gustaría tanto me hubieran esneñado a los 15 y no tener que aprenderla a los 30, con décadas de emociones que sentir de golpe.

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